Reaccionar ante el ruido de los medios de comunicación y alejarnos de nuestro rumbo
¿Cuál es el sesgo de reaccionar a los medios?
Algunos ejemplos históricos célebres del ruido de los medios: Jim Cramer a riesgo de Bear Sterns, los 30.000 puntos Dow de Robert Zuccaro, el consenso de los analistas de Enron y las señales de los medios de comunicación de las burbujas más grandes del mercado.
¿Cuál es el sesgo de reaccionar a los medios?
El sesgo del ruido de los medios se refleja en la tendencia a reaccionar a las noticias sin un examen o análisis razonable.
Todos los días y cada momento somos bombardeados con noticias sobre la economía, las finanzas, las inversiones y los mercados financieros.
Esta noticia puede ser información u opiniones de personas sin cualificaciones especiales, o incluso de profesionales experimentados.
En la mayoría de las situaciones las opiniones de los profesionales son dispares o incluso volátiles en poco tiempo.
A menudo vemos a analistas financieros de grandes bancos globales en la televisión u otros medios expresar opiniones contrarias sobre el mismo hecho o información. Desafortunadamente, también vemos a menudo a algunos de estos analistas cambiar de opinión en poco tiempo.
Debemos ser conscientes de esta situación porque en muchos casos nuestra reacción es escuchar más o mejor a los analistas que hacen declaraciones según nuestras opiniones e ignorar o descartar a quienes tienen posiciones diferentes o contrarias a las nuestras.
También los expertos sufren el efecto rebaño o manada, no en términos de inversiones, sino de opiniones o recomendaciones de inversión.
Este es especialmente el caso en momentos de aumento del estrés o la ansiedad, como ampollas o reversiones de ciclos, o momentos de euforia y pánico, extrapolando situaciones. Pero también sucede en la vida cotidiana debido a las variaciones de la vida cotidiana, tratando de encontrar explicaciones razonadas, descabelladas y profundas para muchas situaciones que no son más que eventos estadísticos normales.
La exposición a estas opiniones nos hace reaccionar al instante y por impulso en términos de inversiones cambiantes, dando lugar a compras y ventas no planificadas.
Olvidamos que el proceso de inversión es un plan a medio y largo plazo, muy reflexivo, y terminamos realizando transacciones contrarias al plan en reacción a noticias y fluctuaciones a corto plazo. También olvidamos todo el trabajo que tuvimos en el dibujo del plano. Tan importante es el dibujo como la implementación y la ejecución.
En este contexto, la existencia de un asesor financiero es esencial, actuando como un valioso asistente o un entrenador que nos ayuda a mantener el rumbo o si las circunstancias justifican hacer ajustes sobre una base racional.
Algunos ejemplos históricos célebres del ruido de los medios: Jim Cramer a riesgo de Bear Sterns, los 30.000 puntos Dow de Robert Zuccaro, el consenso de los analistas de Enron y las señales de los medios de comunicación de las burbujas más grandes del mercado.
Algunas de las supuestas predicciones de los analistas que veremos a continuación se han hecho famosas.
La de Jim Cramer, el presentador de Mad Money de CNBC, que en plena crisis subprime en octubre de 2007 predijo que el Dow llegaría a 13.900, y la de marzo de 2008, días antes del colapso de Stern Bears, afirmó que el banco estaba a salvo.
Lo que sucedió con la acción de los bajistas (y otros bancos con la crisis subprime) se ve en este gráfico:
Bear Sterns fue comprada por JP Morgan por 2 dólares por acción en un fin de semana, el 17 de marzo de 2008, después de haber cotizado a 30 dólares por acción (90% por acción) el viernes, y en mayo de ese año se incorporó a ese banco.
La de Robert Zuccaro que publicó el libro “Why this time is diferent” a principios de la década de 2000, prediciendo que el Dow alcanzaría los 30.000 puntos en 2008.
Y lo que le sucedió al Dow Jones en los últimos 100 años se muestra en el siguiente gráfico:
Pasó de más de 12.000 puntos a principios de la década de 2000 a 7.500 en noviembre de 2008. No es casualidad que estas predicciones se hagan en tiempos de recuperación de una crisis, como fue el caso de la burbuja tecnológica del 2000.
Es en estos momentos de inversión de ciclo, en los que uno ha tenido más o menos razón, o ha sido más o menos acertado, en el pasado reciente, que uno se siente más tentado por los 5 minutos de fama y en los que el público es más receptivo a escuchar. En estas situaciones se aplican los viejos refranes: “pasa rápidamente de bestia en bestia, o viceversa” o “no todo es tan malo como parece o tan bueno como se juzga”.
Zuccaro resultó tener razón … ¡más de 20 años después, en 2019!
La opinión de consenso de los analistas financieros que acompañaron a Enron de que tenía una fuerte recomendación de compra en noviembre de 2001 y un precio objetivo promedio de más de $ 80 por acción cuando la compañía anunció la bancarrota.
Casi todas las 4 burbujas principales en las últimas 4 décadas, entre otras el milagro japonés, la crisis asiática, la burbuja tecnológica, la gran crisis financiera y el bitcoin actual han sido alimentados y mucho por los medios de comunicación.
Es importante no olvidar dos cosas.
En primer lugar, la función de los medios de comunicación es ser noticia y no gestionar inversiones. En segundo lugar, que la mejor definición de un economista es la que es el mejor experto para explicar el pasado, o como dijo Niel Bohr, “Hacer predicciones es muy difícil, especialmente sobre el futuro”).