# 3 Podemos perder algunas de las mejores rentabilidades diarias del mercado, con un gran impacto en la rentabilidad de la inversión
# 4 Peor aún, podemos dejar de invertir, ¡y perdemos mucho dinero!
En el artículo anterior, abordamos la cuestión de qué es y qué es hacer el market timing, y el valor del mismo para el inversor.
Demostramos que la sincronización del mercado tiene altos costos para el inversor promedio en términos de pérdida de rentabilidad.
En este artículo nos centraremos en la imposibilidad de hacer el “market timing” y reforzaremos la idea de que las pérdidas aún pueden ser superiores a las explicadas en ese artículo y documentadas en los estudios referenciados.
# 3 Podemos perder algunas de las mejores rentabilidades diarias del mercado, con un gran impacto en la rentabilidad de la inversión
Los inversores pierden dinero porque no se dan cuenta de que es muy difícil, si no imposible, compensar el “momento” del mercado, y estos intentos cuestan caro.
De hecho, la evolución del mercado de valores es muy impredecible y muy aleatoria, en la que los mejores momentos -días, semanas, meses o años- se unen y se superponen con los peores.
En este sentido, los precios de ayer son independientes de los de hoy o de mañana, lo que pone en tela de juicio la racionalidad del market timing.
En el siguiente gráfico vemos el coste de no invertir en los mejores días del mercado entre 1999 y 2020, así como la volatilidad de las rentabilidades diarias:
La pérdida de los mejores 10 días de cada año en el mercado implica pasar de la rentabilidad media anual del S&P 500 en este periodo del 9,1% al 5%, es decir, equivalente al -4,1% anual.
Si perdemos los 20 días principales, la rentabilidad media anual será solo del 2,1%.
Y si se pierden 30 días, la rentabilidad media anual cae a terreno negativo del -0,4%.
Mirando la parte baja del gráfico, se puede ver que los rendimientos diarios fluctúan entre positivos y negativos en cada instante.
Estas pérdidas dan lugar a los siguientes importes cuando se evalúan en términos de capital invertido:
La inversión de un capital de 100.000 entre 1990 y 2019 se habría traducido en 1,7 millones si hubiéramos invertido durante todo el periodo.
La pérdida del mejor día del año llevaría este capital a 1,5 millones, y el de los diez primeros días a 860.000.
Y habíamos perdido los 25 mejores días al año (menos de 1 mes), el capital sería de 430.000 euros, menos de 1/3 de lo obtenido manteniendo la inversión.
El siguiente gráfico muestra los rendimientos anuales promedio del S&P y los que se lograrían si perdiéramos el mejor mes del año entre 1990 y 2019:
En muchos años, perder el mejor mes del año resultaría en perder entre un tercio y la mitad de la rentabilidad anual.
El siguiente gráfico ilustra lo que nos puede pasar si en lugar de invertir intentamos hacer el timing del mercado.
Para un capital invertido de 100.000 simula la situación en la que en el momento más bajo del mercado, desinvertimos todo y pasamos a la liquidez, volviendo al mercado 1 año después, entre 2000 y abril de 2020 (pico de la crisis del terremoto):
Si hubiéramos permanecido invertidos durante todo el período habríamos acumulado un capital de 548.000.
Si hubiéramos invertido durante un año nuestro capital sería de 268.000, es decir, menos de la mitad.
Si, alternativamente, hubiéramos desinvertido y aplicado liquidez tendríamos un capital de 247.000.
Las recuperaciones de las principales correcciones del mercado de valores ocurren en los primeros meses o años.
La peor parte es esperar para siempre o llegar tarde.
Incluso si puede salir pronto y minimizar la pérdida cuando comience la corrección, es muy probable que se pierda mucho en el retraso para volver a ingresar al mercado.
Además, si lo hacemos bien al menos una vez, nuestro ego especulador se alimenta, anulando la actitud del inversor, lo que aumenta la probabilidad de pérdidas futuras.
# 4 Peor aún, podemos dejar de invertir, ¡y perdemos mucho dinero!
Peor aún será el escenario en el que las fluctuaciones normales del mercado de valores pueden llevarnos a dar la espalda al mercado para siempre.
Esta situación es más frecuente de lo que se piensa con muchos inversores.
De hecho, hay muchas personas que no invierten en el mercado de valores porque no son capaces de hacer frente a estas fluctuaciones.
El siguiente gráfico muestra la evolución del S&P 500 entre 1870 y 2020:
Este gráfico muestra bien que a medio y largo plazo el mercado de valores siempre está valorado.
Hay períodos en los que el mercado cae, tiene fluctuaciones negativas o correcciones más o menos marcadas, o incluso crisis, como las indicadas.
Tenemos guerras, plagas, depresiones económicas, es decir, eventos extremos y extraordinarios que resultan en crisis profundas.
Pero el mercado de valores siempre se recupera. Tarde o temprano, el mercado volverá a subir y superará los máximos anteriores.
Y la valoración media es de alrededor del 10% anual a medio y largo plazo, lo que es bastante interesante y tiene un enorme impacto en el crecimiento de nuestros activos financieros:
La diferencia en las valoraciones de capital de la inversión en acciones de bonos o valores del tesoro (o depósitos a plazo) es sustancial.
Esta realidad es cierta para los Estados Unidos y para la mayoría de los países desarrollados.
En un artículo anterior abordamos el tema de la rentabilidad de la inversión en acciones, comparándola con las de los bonos y la liquidez.
En otro artículo, también analizamos los riesgos de invertir en acciones, comparándolos con esas otras inversiones.
Los problemas de rentabilidad y riesgo nos dan una buena perspectiva sobre el valor y el interés de invertir en acciones.
De esta manera, lo que tenemos que hacer es maximizar el tiempo invertido en el mercado, en lugar de estar buscando acertar en los tiempos del mercado.
Tenemos que aceptar que invertir es un proceso y que hay un conjunto de reglas que debemos seguir para tener éxito.
Es un proceso que debe guiarse por una alineación con nuestros objetivos financieros y con nuestro perfil de riesgo.
También debe observar una diversificación correcta y traducirse en una asignación de activos conforme, consistente y consistente.
Ahí es donde pasamos a la mejor y más adecuada selección deinversiones.
En el fondo, tratar de hacer el “market timing”, como la selección de acciones, es como mirar los árboles sin ver el bosque.